Capitulo 147 Un Nuevo Amor

El día no acompañó al entierro de Meg. Llovía, mejor dicho, diluviaba, cosa que a Nick hundía más en la miseria.
Selena: ¿Estás bien?
Nick: ¿Cómo puedo estarlo? Vamos a enterrar a la mujer que amaba…
Selena enjugó una lágrima. Joe se asomó por la ventana haciendo señas para que salieran.
Nick: Es la hora. ¿Me das la mano?
Selena agarró la mano de Nick. Salieron y subieron al coche de Joe. Demi y Joe estaban en la parte de alante.
Demi: ¿Cómo estás Nick?
Nick: No muy bien, Demi…
Joe: Vamos Nick, debes mirar hacia delante… O hacia tu izquierda.
Nick obedeció involuntariamente y vio a Selena. Estaba hermosa de negro, su largo cabello rizado le caía sobre los hombros. Sus preciosos ojos oscuros refulgían como topacios y sus labios rojos y carnosos atraían a los suyos como un imán de signo contrario.
Selena: ¿Nick?
Nick: Perdona, Selly…
Cuando llegaron al cementerio, solo Kevin, Alyson, Ashley, David y Miley estaban presentes.
Kevin: Parece que Meg no tenía mucha familia…
Alyson: Su madre estaba muerta…
El entierro fue demasiado largo para Nick. Deseaba que Meg descansara en paz por siempre y que acabara la homilía para poder coger a Selena de la mano y no soltarla nunca más. Cuando por fin se produjo el esperado final, Nick agarró a Selena y desaparecieron dejándolos a todos sorprendidos.
Demi: ¿Qué ha pasado?
Joe: Algo me dice, que Nick hará realidad la última voluntad de Meg…
Alyson: Si… Yo también lo creo…
Kevin: Bueno, no hacemos nada aquí…
Ashley: Será mejor que nos vallamos…
Nick y Selena escaparon por la arboleda.
Selena: ¡Nick! Para ya por favor…
Nick se volvió y aplastó sus labios contra los de Selena.
Selena: ¿Qué significa eso? Creía que estabas profundamente enamorado de Meg.
Nick: Y lo estaba… Pero, ¡qué diablos!... ¿No me merezco una segunda oportunidad?
Selena: ¡Oh si!
Selena agarró de la pechera a Nick y lo obligó a estampar su cara contra la de ella. El agua de lluvia los empapaba, pero no les importaba. Se acurrucaron bajo un árbol. Nick besaba a Selena y desabrochaba hábilmente su delicado vestido negro, mientras que ella le arrancó su camisa de seda dejándole el torso desnudo y empapado por la lluvia. Y se dejaron llevar por la pasión.
Mientras tanto, Joe y Demi llegaron a casa.
Demi. Vaya días que hemos pasado…
Joe hizo un nudo en torno a la cintura de Demi y empezó a besarla en el cuello.
Joe: De hecho, pienso que nos merecemos unas buenas vacaciones… ¿No crees?
Demi: Si… Pero, estamos de trabajo hasta la coronilla… Yo empiezo una gira el próximo mes, y tú, dentro de tres semanas…
Joe: Razón de más para disfrutar, por poco tiempo, el uno del otro…
Demi se volvió a Joe, dentro de lo que le permitía su abrazo.
Demi: ¿Y dónde propones ir?
Joe: No propongo. Ya están sacados los billetes de avión?
Demi: ¿Dónde?
Joe: ¡PARIS!